sábado, 30 de octubre de 2010

Artilugios del vuelo


A la memoria de la Arq. Carmen
Para Adriana y su familia con cariño y respeto.


Se afligen en un instante los pliegues de la temporalidad...
se contraen los destellos de aquellos cuerpos de luz...
Un faro alumbra a un perro solitario que fija su mirada hacia la nada
en la callejuela...
Adi, Noé y su padre Macario sueñan un jardín de orquídeas donde doña Carmen espera.

El otoño cae desvencijado, viejo,
harto de contemplar el emigrar de las aves,
de adornar el mar que lleva siempre una barcaza a
un majestuoso puerto celeste...

Desde acá los murmullos de miradas,
batir de manos como acordes de un dulce arpegio de chico novarro que le acompañan su viaje,
una brisa de lágrimas recorre el jardín de doña Carmen que hacen florecer
bellas y extrañas flores silvestres mientras los recuerdos juegan
en los charcos cristalinos, se persiguen unos a otros,
son tantos que nadie sabe cuantos se marcharon con ella.

En el arcoiris, libélulas serpentean trazando estelas que dejan un polvo brillante y aromático, artilugios del vuelo.

Sobre las ramas de los arboles, miles de canarios anunciando su llegada, Pajarita se posará en su hombro, le platicara en su oido secretos fantásticos y le enseñara a volar....


Partir es contemplar de lejos sin apartar la mirada,
un silencioso hilo de amor tejido por hadas doradas,
Preguntar por qué sin tener respuesta,
dormir con los ojos abiertos sin hablar ni pensar nada,
como dice el poeta Jaime Sabines "refugiarse en el discreto calor de dios..."
mientras tanto el barullo de los que nos quedamos a soñar que desde aquel jardín de pétalos multicolor ella sonríe mientras la guardamos en el corazón.

viernes, 15 de octubre de 2010

EL ASEDIO



Abrí los ojos y me encontraba manejando mi automóvil, desconocía el rumbo, la carretera era similar a la que lleva a Tuxpan, viajaba solo en medio de un atardecer veraniego en otoño. Miro los carros que vienen y van, sigo sin entender nada y sucede lo obvio.Se desmadra una de las llantas del carro. Me ahorillo, la calle se vuelve mas angosta, bajo y reviso el neumático, busco un gato hidráulico que no encuentro, divago, me molesta el hecho de no encontrar por ningún lado del auto un maldito gato hidráulico. Se comienzan a detener otros carros atrás y adelante del sitio donde estoy varado, un tipo se acerca y me dice que me vaya a buscar el gato y que me cuida el carro, que la carretera se pone peligrosa de noche y que debo darme prisa, divago, siento que están por golpearme y llevarse el auto o de plano secuestrarme. No acepto y le doy las gracias pero nadie se retira, se regresan a sus carros y se quedan ahí como a la espera, de vez en cuando me ven, la desesperación me lleva buscar una solución rápida. No se que hacer.

El cambio de escenario repentino, estoy en una calle de la ciudad de México, no la conozco pero lo se por los taxis pintados y por los edificios altos, camino y busco un taller mecánico, unos están cerrando, entro en uno pero me niegan con al cabeza, luego de varias cuadras entro a otro taller abierto, sin trabajadores, hablo pero nadie me responde. Me adentro en el local, al fin encuentro un pequeño gato hidráulico y me voy. ¿a donde?¿como regreso a la carretera en la que me encontraba?, mi carro se quedó custodiado por gente desconocida. Comienzo verdaderamente a entrar en la catarsis del mal humor. Me doy cuenta que estoy en un sueño, me acomodo en lA cama y el cansancio me impide despertar. Cierro los ojos y al fin estoy a lado de mi carro con un pequeño gato hidráulico de color rojo, lo acomodo para comenzar a levantar el carro y sucede lo obvio nuevamente. el mecanismo del gato esta roto, no funciona. Inevitablemente la sensación de zozobra me agobia y me siento en el piso esperando algún desenlace macabro.

Abro los ojos con calma y miro a mi alrededor, respiro profundo y lentamente me incorporo sobre los dos colchones encimados que tengo por cama.Todo aparentemente en orden. La dama de aroma exótico sabe que la vi escapar después de asesinar a el oficial Ramírez en la casa cercana a los lagos y vino a buscarme, a darme un mensaje para que no me meta en sus asuntos, al mismo tiempo creo que exagero. Tengo mucha hambre y es jueves 14, no tengo dinero, maldita pobreza y maldito vicio de café, alitas de pollo en salsa búfalo, vino tinto y whisky. Me acerco al buró y observo los centavos en un recipiente que alguna vez contenían chocolates rellenos de Jack Daniels. No siento deseos de nada pero el asedio de esa criatura se que ha dado inicio.