lunes, 16 de abril de 2012

Une Conscience et une Volonté




Ritmo presuroso sobre la avenida hasta llegar al monumento de la señora que levanta al niño rodeada de una fuente, detrás de mi llega un taxi, que oportuno. Subo, le pido que me lleve a la zona del parque de los Berros.

-Creo que el clima se va a poner feo ¿verdad?.
-Si, hoy entra el norte y el chipi chipi ya esta comenzando. Pienso.. la oscuridad que se cierne sobre esta gris ciudad, estos sitios emocionales que nadie conoce, el complot de una carta que me advierte que huya mientras la vida corre sobre un taxi como si nada y las mesas de café se inundan de palabras y promesas de gente extraña... como para que se acabe el mundo.

-Oiga, dicen que estuvo feo lo de los niños de la casa
-¿De cual casa?
-De donde lo recogí... alí en Juárez.. en esa casa dicen que siempre han pasado cosas... dicen que hacen brujería y matan niños...

Pero como carajos sabe este taxista tanto de cosas que no se publican ni en internet ni en otro lado.

-¿Quien le dijo o como sabe?

El tráfico del centro de la ciudad mengua llegando al túnel que pasa debajo del Parque Juárez. Luego de una pausa, él taxista me responde.

- Lo escuche mientras de unos policías cuando pase por ahí.

Lo miro por el retrovisor. él no se inmuta. El anillo de mi dedo índice se comienza a calentar y lo miro detenidamente. La velocidad aumenta lo cual me causa extrañeza, bajamos la calle Hidalgo, no hay carros y los semáforos están en verde, pasamos los berros, cruzamos Díaz mirón y toma rumbo a la avenida Rebsamen. La velocidad aumenta, agarro el cinturón de seguridad y empuño mi revolver.

-¿Cree en Dios?
-Detenga el taxi o lo mato!!!. Le apunto y solo alcanzo a observar una mueca de sonrisa antes el impacto. Pierdo el sentido. Todo comienza a girar y la vida es una mezcla absurda de colores y materia.
Cuando abrí los ojos estaba en un cuarto extraño y Fernanda de pie. Ella era una investigadora mas del gremio.

-Que pinche suerte tienes.
-¿Donde están mis cosas?. Busco el anillo de Brashir sobre mi dedo, aun sigue conmigo.
-Creo que debes dejar de lado esta investigación absurda y ficciosa, te van a mandar a otro sitio de lo contrario te van buscar hasta matarte.

Tarde dos días en cama. Me encontraba en una mini clínica que esta a las afueras de la ciudad, no puedo precisar dirección por motivos de seguridad de otras personas. Me entere que encontraron ahorcado al oráculo, que mis colegas habían decidido olvidarse del asunto y que todo había resultado un fracaso. Nadie me quiso explicar nada luego del accidente.

No acepte que me enviaran a otro sitio, cuando llegue a mi casa en ese silencio perturbador, sentí como este sueño ya había tomado forma tangible en demasía como para dejarlo todo a medias, es como beber una botella de vino y abandonarla en medio de la nada, sola y triste con su aroma y su color sangre negra. Algo tenia que hacer y decidí conseguir los últimos informes, robarlos si fuera preciso.. ahora yo iba por ellos.

En medio de mi rabiosa valentía me denegaron la ayuda los que se decían mis mas fieros amigos. Cero registros cero papeles, ningún detalle de información referente al caso. cuando lo que esta aquí en la tierra no te ayuda hay que recurrir a los artilugios de lo que no es terrenal pero que igualmente poderoso. El anillo que me dio el oráculo tiene la propiedad de reaccionar ante manifestaciones paranormales cercanas, tiene una función de aviso y protección muy especial que no revelaré en este diario-novela, ahora tendría que volverme un cazador y recorrer cualquier cantidad de sitios y hacerme notar si quería sacarlos de su madriguera. El anillo me indicaría cuando estuviera cerca un esbirro de madame Bradkravia.


J'annèle Persecutor

Dejé pasar unos días, leí algunos libros y lleve acabo algunas cosas para mejorar mi salud. Algo sucedió que mi corazón de momento se altera y llega un dolor a mi pecho que después de unos minutos se va. Debo aceptar que estoy un poco asustado. Quizás sea algún tipo de brujería. Me niego a creer en cosas que no he visto pero por mis experiencias en estas cosas de la manipulación de energía es la razón por la cual me asignaron este tipo de investigaciones. Probablemente soy un terco como muchos otros. Lamento no poder hablar para quien trabajo, es por le propio bien del lector.

El primer sitio que decido visitar es la catedral de la Divina Providencia. Continua cerrada. Fue ahí donde el Oficial Ramírez detecto ese singular aroma de mademoiselle Bradkravia y la persiguió hasta los lagos antes de ser asesinado.

Son las 5 de la tarde de un invierno majestuoso, el frío cala muy hondo, me agrada la bruma que se cierne poco apoco sobre las calles. Estos sin duda son días hechos para matar, días dignos del fin del mundo.

Determine que era mejor entrar antes de anochecer. Como era de esperarse era silencio absoluto, aplaudí y el eco era poco perceptible, olía a una mezcla de copal y humedad, los muebles echados a perder, subí un par de escalones acomode mi anillo que no manifestaba ningún cambio de temperatura. camine lentamente y con poca visibilidad, la niebla de la ciudad entraba de a poco por las ventanas rotas. Cerre los ojos y me concentre, repetí unas palabras... êvocô luminis... sobre mi mano derecha un pequeño espectro de luz comenzó a iluminar el recinto profanado.

No me sorprendió lo que encontré, restos de un altar, algunos objetos y ceniza, probablemente de algún ritual. Recorri el sitio durante media hora buscando algún artilugio que me diera alguna otra pista, sin éxito alguno. Se deshizo el espectro de luz y me dispuse a salir cuando de golpe, el rechinido de los neumáticos de un auto estacionandose en la entrada me alerto, me agache unos instantes y alcance a mirar que descendían dos hombres de una camioneta Ford Fairmont color azul quemado. Eran agentes que reconocí a la vista, se acercaron a mi sin prisa.Hablamos sobre el lugar y la información recabada, se hacía tarde.

Un golpe de temperatura y una pesadez nos paralizo en segundos.

La figura de una bella mujer, con un vestido entallado negro, un abrigo de mink púrpura irrumpió en el lugar, una vez mas como el día que mataron a Ramírez, el exótico aroma se trasformo en una esfera envolvente que adormecía los sentidos. Ella estaba aquí.

-Que fácil me han hecho las cosas... aquí es donde acaba todo

Madame Bradkravia junto sus manos, pronuncio unas palabras inentendibles y guturales, el anillo que llevaba, los aretes de la agente Fernanda detonaron, al rededor un aire comenzó a mover las cosas en forma de remolino y comenzó la asfixia...

como pude saque mi revolver, los demás también comenzaron a dispararle. Logramos calmar su hechizo sin poder hacerle un rasguño. Había desaparecido.

Se escucho su voz por toda la iglesia.

-Van a morir, con ustedes se completa el circulo de sacrificios. Pobres de espíritu. Tontos buscadores. Inútiles y tercos escépticos que desperdician sus dones. Son realmente unos parasitos.

-¿Que es lo que intentas?... maldita cobarde, sal de donde estés!. Grite con desesperación.

Una ráfaga de agujas llovió como sobre nosotros, alcanzamos a cubrirnos tirándonos a los lados tomando unas tabas del piso.

Se escuchan unos pasos. Sólidos. Yo no podía moverme. Era una presencia aterradora y con esa facilidad que tiene el mal para hacer las cosas se acercó y le dio un par de tiros en la cabeza a mis compañeros, me miro despreocupada, sin apuntarme susurró.

-Sr. Olivares, levantese y muere …

Todo era lento alrededor, supongo que así llega la muerte, el silencio se apoderó de mi, con los ojos cerrados me resigné a lo que viniera, esperaba la última estocada del destino mientras recordaba a mi abuela sonriendo, a mi primer padre que fue mi abuelo jugando conmigo, mi primer beso, mi primer borrachera, a Clarissa y la voz de mi madre que decía "Hijo aquí se ven problemas, es lo que salen en las cartas, pero aparece el As de oros, mucha gente querrá hacerte daño a ti ya tu familia pero no importa, al final siempre esta presente el As de oros y eso significa éxito".

Toque con m mano derecha el piso mientras justo antes de levantarme y pronuncié en latín:

"Consagro este cuerpo a ti, Diosa de tempestad y calma, Luna guía… este circulo ha sido creado y nunca perturbado…"destruye este instrumento del mal…"

-Muere como un un miserable mortal.

Madame Bradkravia me señaló con su dedo indice a la altura del corazón, un destello, un parpadeo como de rayo de tormenta detonó en su mano que comenzó sangrar.

De momento no supe que hacer, debí estar en una especie de trance. Lo que estaba sucediendo era como un sueño de efectos narcóticos que entre mezclaba realidad, ficción y misticismo esotérico. Sentí unas ganas de escapar, pero sabía que si no terminaba con esto ahora, no habría otro chance. Me acerque lentamente a ella que balbuceaba extrañas frases sin poder ocultar su dolor…

-Que eres?. Me dijo.

Soy investigador de fenómenos y actividad para normal y otras cosas…

-No. tu eres.. tu eres un maldito híbrido… un desertor de la fé!… como carajo hiciste est…

Le di un puñetazo con rabia. Se desplomo inconsciente.

-Esto es por mis amigos…

Tomé el arma de la agente Fernanda

En nombre de todos los inocentes que has utilizado, de sus cuerpos,de sus almas y de la zozobra que les has legado a sus familias te condeno al infierno Madame Bradkravia. Le descargue todas las balas apretando con fuerza el arma.

-Ahora, muere como un vulgar bruja del mal. Tome encendedores de la marca Zippo del bolsillo de la agente Fernanda y con le mío le prendí fuego. Llamé a una ambulancia y a la central… la final nada fue grato y el mal cobró vidas en el camino.Solo espero que el destino no me tenga reservadas mas sorpresas.

jueves, 22 de marzo de 2012

Adiós en Júpiter



Decir adiós
es gritar dentro de mi con rabia de león herido,
patear el mundo hacia un charco de lodo.

Decir adiós
es cortarse un pie para seguir con mal paso
llevar en trozos el alma al empeño,
devolverle a Dios el cuerpo de su fe revolcada.

Decir adiós
es tirarse sin morir de espaldas sobre cuchillas oxidadas
cortar en tajos lo que siento,
ahogarse en los rincones
meterse en el camino de las balas.

Decirte adiós
son ganas de prendernos fuego
y morir juntos mirándonos de frente.

Decir Adiós
llorar a lágrima viva con una melodía confortable,
sentir en la espalda una temblorosa mano desconocida,
que tiembla como la tierra y se estremece con tu recuerdo.

Decir adiós
mirar con ojos de niño en llanto, a mi abuelo marcharse,
enterrar a mi perro, a mi gato, y lo que aún sigue vivo,
desenterrarlos y sin aire hacer guardia de honor toda la noche.

Decirnos adiós
con tan maravilloso lastre a cuestas de nosotros mismos
volvernos completos desconocidos.

Decirnos adiós
queriendote tanto,
es vivir en un día ajeno,
deambular en Júpier...

Entablar una partida de poker mal lograda con la muerte,
con mi muerte… con nuestras muertes.

es esperar que algún día volvamos al camino.