miércoles, 18 de noviembre de 2009

Jardín en Ruinas


Los pétalos ligeramente quemados
por los accidentes del pasado,
no aniquilan la belleza de mi pequeña flor.

Los petalos sutilmente marcados
por las garras del azar,
de ninguna manera pervierten la sonrisa de su cristalino amor...

Continúa siempre viva aunque te sientas marchita
cuando las otras flores de día te volteen la cara
y murmuren tu desgracia.

Sonriele a la luna cuando el sol no te de el calor y al luz
que yo podría darte,
no mires la falda de tu jardín en ruinas
que no se volverá a vestir de otoño.

Sólo duerme entre mis manos mi pequeña flor,
que el invierno no se ha ido .

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