EL JARDINERO DE BASURTO

Suelo interesarme por aprender acerca de cualquier tema de la vida, dicen que soy un pequeño experto, aunque nunca entendí porque la vida no me ha favorecido como a los demás. No tolero la ambición, me gusta el equilibrio en la mayoría de las cosas, aunque el universo me plantea posibilidades infinitas no creo en las religiones y no tengo admiraciones enfermizas por Nietzsche ni toda esa bola de pregoneros ateos buscadores del mega hommo.

Soy un jardinero que da mantenimiento y arregla de todo un poco en una oficina de gente importante en la privada de Basurto, en el centro de la ciudad, llegue hace dos años y estoy consciente de que soy capaz de muchas cosas que no pensé. En ocasiones temo.


He aprendido muchas cosas de la vida, del mundo gracias al contacto y la convivencia con los compañeros de trabajo, ellos me alimentan con información, con su visión de las cosas complementan mi nuevo pensamiento.Quizas para la sociedad, la mente enferma de un criminal. Yo diría una mente creativa, casi perfecta que lleva a cabo su impulso y nadie se da cuenta.


Estas lineas no son un panfleto de confesiones ni la proyección de mi álter ego. Solo una mera bitácora de victorias y hazañas de un jardinero de pueblo.


Todo comenzó un día que me encontraba sentado a lado de Julia, una secretaria de mediana estatura siembre bien vestida, aunque desparramaba aire de sentirse intocable me agradaba tenerla cerca y apreciar sus encantos sugeridos en el escote de los lunes. Todos los días a todas horas su Blac Berry vibraba sobre el escritorio de cristal que compartíamos, su incesante contacto sobre las teclas de la computadora era desquiciante, las ocasiones que contestaba una llamada comenzaba a platicar en ingles para que yo no entendiera su conversación, realmente me llego a parecer absurdo. Decidí darle una lección y mientras se fue al baño agarre su aparatejo y lo lleve al cuarto de la bodega. Cuando me pregunto por el le indique donde estaba, comenzóa buscar, estaba de espaldas y le aticé un golpe en la nuca con mi puño, sentí un placer inmenso dentro de mi, como una fuerza desatada, tanto que estuve a punto de reír y delatarme. Cerré la Bodega y continúe trabajando. Puesto que soy persona de confianza regrese en la noche cuando todo estaba cerrado, amarre la cabeza de la hermosa y ensangrentada Julia con cinta gris, tristemente escuche que vibraba su teléfono y la ira se apodero de mi, la volví a golpear en la cabeza con el aparato hasta que algo tronó. El cuerpo lo metí en un costal con abono y lo llevé a las afueras de la ciudad y la enterré. Pasaron los días, familiares fueron a preguntar, nadie en la oficina supo dar con ella y claro que la opinión del encargado de mantenimiento y jardinería a nadie le interesó.

Los días transcurrieron sin nada extraordinario y me sentí lleno de paz.

Me entere por un amigo de la oficina que a Marcia, la chica de la limpieza la había apuñalado su exmarido y no se como explicar como se encendió algo dentro de mi. Investigué donde vivía Marcia y fui a saludarla en su convalecencia. Pregunte por el domicilio de su exesposo, puse mis servicios de fontanería, albañilería, jardinería con buenas referencias que lo dejaron satisfecho y enseguida me contrato. Para mi esto comenzaba a ser fácil.

Tomas era el nombre del tipo, un domingo que estaba cortando los arbustos de la entrada de su casa, me pidió que le ayudara a destapar una cañería de su baño, entre a la casa con todo y la desmalesadora, le cambie las aspas, unas mas chicas y afiladas, si lo iba a cortar tenia que ser rápido y efectivo. Entre la baño, espere veinte minutos, le dije que lo revisara, que se agachara para que revisara como había quedado, tomas acciono la perilla del baño distraídamente, en ese instante por un costado lo ataque con la desmalesadora, lo perfore rápido y la encendí para que las aspas giraran dentro de él, tuve que aumentar la potencia ya que estaba a punto de trabarse el mecanismo pude sentir como se licuaron sus tripas por dentro, moler carne dentro de un cuerpo sin mucha sangre, con limpieza es casi arte. Le di venganza a Marcia, me sentía un héroe. Corte el cuerpo en trozos y lo eche al caño en la madrugada.me di cuenta que el olor a sangre me gustaba mas que el aroma del mejor café.

Por instante me detuve a pensar en mis aptitudes, me asombre casi al punto de asustarme.He asesinado aproximadamente a 30 personas.Personas que hacen daño, irónicamente podría decir que le he hecho justicia a otros. Si requieres mis servicios jardinería, fontanería, instalaciones eléctricas estoy a tus ordenes en la privada de Basurto no. 55, mi teléfono es 22288388813.