CARMESÍ

Lo vieron correr pidiendo auxilio sobre clavijero hasta llegar a veinte de noviembre en donde se metió a una iglesia, era una noche con un viento del norte que arremetía insolente a cualquier resquicio. A los dos días salió la nota en el Gráfico de Xalapa, “algunos testigos escucharon coros bellísimos, arrullos maternos durante la madrugada que venían de la iglesia de donde nunca vieron salir al tipo, sólo una figura femenina con un abrigo carmesí escoltada por tres perros Xoloscuintles color pardo con negro que tenían el hocico ensangrentado”, el lugar quedó impregnado de azufre durante 1 semana.